Es lo que ocurre cuando uno tiene miras políticas y sentido de la responsabilidad. Y si a esto se le suma lo que se aprende viajando por esos mundos y universidades de Dios pues eso, que de la madre de todas las derechas se acaba en la anarquía a voces.
Jose Mari, actualmente Presidente de Honor del Partido Popular y a la sazón presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) dice que a él no hay quien le diga lo que tiene que hacer, ni la velocidad a la que tiene que conducir y , mucho menos cuanto vino tiene que beber.
Vamos hombre
Hasta ahí podríamos llegar.
Pues resulta que a Jose Mari le han dado una medalla sin pagar por ella en Valladolid; nada menos que la Medalla de Honor de la Academia del Vino de Castilla y León. La más alta distinción que concede el sector del vino español.
El presidente del FAES participó en una cata de vino en el restaurante "El Hueco" , donde degustó nueve variedades de vino de las más prestigiosas bodegas.
Suerte tuvo de no pillar un control claro que, quizás, no condujera él.
Literalmente ha dicho el honorable sumilier "A mi no me gusta que me digan no puede ir usted a más de tanta velocidad, no puede usted comer hamburguesas de tanto, debe usted evitar esto y además a usted le prohibo beber vino".
A tomar por saco el código de circulación, a tomar por saco las recomendaciones de la Organización mundial de la salud y a tomar por saco , también, todos los estudios y análisis sociales sobre la mortandad juvenil en accidentes de tráfico.
Es lo que tiene ser un hombre de mundo. Obvio el chiste fácil sobre el apellido de su señora esposa y el gusto por el vino.
Vamos hombre
Hasta ahí podríamos llegar.
Pues resulta que a Jose Mari le han dado una medalla sin pagar por ella en Valladolid; nada menos que la Medalla de Honor de la Academia del Vino de Castilla y León. La más alta distinción que concede el sector del vino español.
El presidente del FAES participó en una cata de vino en el restaurante "El Hueco" , donde degustó nueve variedades de vino de las más prestigiosas bodegas.
Suerte tuvo de no pillar un control claro que, quizás, no condujera él.
Literalmente ha dicho el honorable sumilier "A mi no me gusta que me digan no puede ir usted a más de tanta velocidad, no puede usted comer hamburguesas de tanto, debe usted evitar esto y además a usted le prohibo beber vino".
A tomar por saco el código de circulación, a tomar por saco las recomendaciones de la Organización mundial de la salud y a tomar por saco , también, todos los estudios y análisis sociales sobre la mortandad juvenil en accidentes de tráfico.
Es lo que tiene ser un hombre de mundo. Obvio el chiste fácil sobre el apellido de su señora esposa y el gusto por el vino.
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