viernes, 20 de marzo de 2009

Una mirada al nuevo mundo

Todos, quizás, debiéramos mirar así a este mundo nuestro ; como si todo , de pronto, fuese nuevo y estuviese esperando a ser descubierto.


Mi hijo Ferran ha empezado por descubrir que puede mirar; muchos de nosotros deberíamos empezar, de nuevo, por ahí.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Ser padre

Sólo hay una cosa más hermosa, a mi entender, que ser padre y es la de ver a tus hijos crecer y convertirse en mujeres y hombres buenos.

Hoy , 17 de Marzo de 2009, me han ocurrido ambas cosas, no hay más que uno pueda pedir para un día.

Hoy ha nacido mi hijo Ferran a las 13:50 de la tarde y hoy, también, mi hija mayor, mi sol, ha cumplido 19 años. La vida me sonríe, por fin.
De mi hija no puedo decir más de lo que digo cuando hablo de ella, que es el sol que me orienta y me calienta el espíritu, basta una de sus sonrisas y un poco de su tiempo para hacer de este que suscribe el hombre más feliz.
Ser su padre es un orgullo que abandero y pregono siempre. La quiero tanto como quiero verla y estar con ella.




Mi hijo Daniel cumplirá 16 el próximo 17 de abril, es el otro pie que me sostiene, la parte de mi que quise ser , la parte de mi que quiero vivir.




Y ahora mi hijo Ferran que no tiene todavía un día ha venido a dejar huella y constancia fidedigna del amor que vivo con mi mujer. Y aún me sobra amor.




Lo mejor de mi son ellos.


sábado, 7 de marzo de 2009

Recital poético MEMORIA EN CARNE VIVA

Ayer, viernes 6 de Marzo, en la sala Miguel Hernández de la Sede de la Universidad de Alicante se celebró el recital poético MEMORIA EN CARNE VIVA, organizado por la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica presentado por Mariano Sánchez Soler. En el recital intervinieron varios poetas y yo.
Si quieres leer -lo recomendiendo muy sinceramente- los poemas visita la página de la Cómisión Cívica en el enlace http://www.memoriadealicante.org/poemas/poemas.php .
Por mi parte esto fue lo que leí:
A gritos de verdades
Quiero que de entre las tierras impuras y resecas
broten vuestros brazos descarnados con el puño cerrado
y surcando los pedregales
vuestras voces nos hablen
a gritos de verdades
,pues aún es líquida vuestra sangre,
que aún estáis vivos
y aún oigo el latido
de vosotros los enterrados.
Quiero de entre las tierras impuras y resecas
oir de nuevo vuestros pasos
y leer sentado en la cuneta
para que llegue donde debe
que estáis, sois y existís
que no hay hueco donde quepa
un solo olvido.
Que la memoria vive
y respira, late y se revuelve
ansía quebrar las tierras
en terruños de polvo
para la libertad.
Junto a la oritlla opuesta
pasean santamente honrados
bajo el palio aceituno
de las palmeras
los que olvidaron,
los contagiados.
Y al pisar la tierra humedecida
de las veredas y sus parques
olvidan , a cada paso.
Contra el olvido lucho
contra el olvido sangro
y, como vosotros, pervivo.
Y , como a ti, abuelo
me tra el viento agitado
la preñez de aquellos
que pasean mientras olvidan
y olvidan a cada paso.
Me cuido de vuestra justicia
impura , oscura y , en ocasiones, divina
monarcas rampantes de lo injusto.
Y cuido , abuelo, de tu memoria
de las fotos amarillas de tu puño en alto
de la ilusión nada divina sino humana
de la mujer igual que el hombre y viceversa
de los tres colores de tu bandera
del miedo a las preguntas y al dolor
de la espera a oscuras de María
de todo ello, abuelo, cuido.
Allá donde paren tus huesos, abuelo,
habrá crecido entre terruños
un manantial de almendros
que elevan al cielo sus ramas como puños
cada catore de abril.
A cada paso
quiero que de entre las tierras impuras y resecas
broten vuestros brazos descarnados con el puño cerrado
y os vean y os oigan los que
a cada paso
quisieron olvidar
y olvidando negaron
que estáis, sois y existís.
Dedicado al abuelo que siempre es joven porqué no tuvo permiso para envejecer, al que desde un día nada se supo.

lunes, 2 de marzo de 2009

Crónica cierta de un encuentro contada por él mismo

A las horas de las vespras, junto al portón del castillo, el puente elevado en seña de precaución por las batidas de los sarracenos.
-¡Alto!, ¿Quién vive?, ¡Santo y seña!
-Daniel, bueno y mártir, de las tierras bajas del Levante. Vive Dios
-¿Sois vos ese del que tanto hablan las crónicas?
-El mesmo
-¡Bajad el puente!. Preparad las fanfarrias, la guardia en orden de revista, helo aquí, es él, El Esperado
Con estruendo de cadenas y madera en resquebrajamiento baja el puente abriendo el paso al caballero y su montura.
-Descabalgad mi señor y sed bienvenido a este mi castiello. Reposad vuestros huesos y alimentar vuestra hambre en mi salón que ya os aguarda.
-Sois , querido Vizconde de las tierras del Tajo, todo un caballero de la orden. Vuestra fama llega lejos de ahí que aquí me halle.
El salón de armas está presidido por una gran chimenea en la que rueda un ciervo asado.
Una gran mesa en forma de "u" abarrotada de cortesanos y amigos celebran la llegada a las tierras de vizcondado de tan legendario caballero. La noticia corre por las calles y rincones del vulgo que se arremolina para ver de cerca al héroe.
Con un golpe seco sobre la madera de la mesa el vizconde de las tierras del Tajo, solicita silencio y la marcha de los saltimbanquis y enanos que amenizaban con sus gracias la cena.
-Queridos amigos, en numerosas ocasiones hemos oído en este mesmo salón a los juglares de muchas tierras contar y cantar la hazaña del hombre , ¡que digo hombre!, del héroe que hoy , por una de esas bondades del Todopoderoso, se sienta a nuestra mesa. Sabed y difundir doquiera que andéis a partir de hoy que me declaro fiel siervo de aqueste caballero, y que mi descendencia en recuerdo de este día llevaran por siempre y como segundo su apellido, si tal honor os place, señor.
-Más que placerme me enorgullece, querido amigo. Tenéis por tanto mi beneplácito.
-Dicho queda pues. Y ahora, , querido amigo, si no fuera mucha la molesteia, contadnos...¿Cómo fue el hecho?
-No es hecho que se narre en breves palabras, es mas, no hay palabras ni diccionarios suficientes capaces de describir aquello que ocurrió y que, de no ser por las señales vitales que me dejara, en ocasiones juraría que todo fue un sueño.
-¿Tan grandioso fue , señor?
-Mucho más si cabe, creedme. ¿Conocéis acaso alguno de vosotros el mar de Eritrea?. En ese mar no hay olas ni marejadas, y el sol en su reflejo se torna de color jade intenso. Dicen algunos que es el lugar donde los paganos dioses griegos sosegaban sus penas y recobraban el ánimo y las alegrías. Pues así son sus ojos.
Los cortesanos y amigos guardan un silencio de admiración alterado sólo por el arrítmico crepitar de las maderas en la lumbre.
- Pero..seguid, querido amigo, seguid, por el Altísimo que nos tenéis absortos.
-Luego de admirarlos sin apenas poder pronunciar palabra me fijé en sus labios y no vi labios sino campos de rosas como las que los galos cuidan en las riberas sureñas de sus tierras. Extensiones y extensiones infinitas de un rosado tercipelo que nada envidia al atardecer en las tierras vírgenes de Alejandría. Pero mientras que las rosas y los atardeceres quedan quietos , sus labios sonríen , convirtiendo todo en un estallido de vida como nunca antes habían visto mis ojos. Y si su sonrisa es vida, su risa fue, creedme, el sentido de todas las cosas creibles e increíbles. El secreto buscado por alquimistas y magos durante siglos.
El héroe como recordando el hecho caía sin querer en la tristeza de su ausencia, no tuvo más que detener su discurso con la mirada extraviada.
-Por Dios, querido amigo, continuad, continuad
-Cuando uno creía haber alcanzado la perfección y la felicidad más absoluta anto lo que allí contemplaba, la vida que es sabía más que cualquier mente , hizo aún más perfecto lo perfectoy ella se acercó hacia mi yelmo, rozó su rostro con el mío y como si los segundos se estiraran en extensiones infinitas acercó sus labios a los míos y me besó como imagino que besan las diosas. La misma vida la envidia y aún hoy no sé porqué yo, un humilde caballero, mereció tal distinción.