miércoles, 12 de septiembre de 2007

Vivir

Hemos vivido en mi familia unos días tristes, muy tristes. Seguimos, es cierto, cuando nos paramos a pensar, tristes y desconcertados a pesar de los días y las horas.


La vida , a veces , llega a los límites extremos de la crueldad pero, en otras, y como un ejercicio de equilibrio sobre el alambre, alcanza los límites de la felicidad.


La vida, a veces, pesa como un mundo.


Hay que contar ,tanto en un extremo como en el otro, con los demás, hay que apoyar la cabeza y el abrazo sobre el prójimo o el próximo, y mostrar la sonrisa , los ojos vivos y los brazos abiertos.

Y contar cada día 7 como si fuera el del inicio del mundo y no descansar al séptimo sino seguir con la sonrisa, hacia adelante, como el abrazo perpetuo de Gustav Klimt.


Bea y David, que tantos días 7 han vivido ya y todos tan llenos de ese amor que se tienen y a los que la vida les ha hecho soportar el peso del planeta ya varias veces, a ellos, y para ellos, el artículo de hoy y la imagen de este "Abrazo" del vienés Gustav Klimt.


Para Pedro y Mar todo el apoyo que se puede dar en estos momentos, si sirve de algo.


Carta enviada al Periódico La Verdad con fecha 11/9/2007
"Sr. Director del Diario La Verdad


Si la muerte por cruel es siempre inesperada , desorienta y te hace caer en ese agujero del pesar en el que se convierten los recuerdos; cuando ésta, la muerte, se lleva consigo la vida de un joven de dieciocho años es , aún más si cabe, una prueba de fe en la vida , el dolor más profundo de un padre, las entrañas doloridas de una madre.



He compartido este agudo y estridente dolor recientemente con los padres de Adan, con los hermanos de Adan.


Adan , así se llamaba el joven fallecido en accidente de tráfico el pasado viernes 7 a la altura de Novelda.

Hay, Sr. Director, una ética implícita en el periodismo que usted , como profesional que és, conoce perfectamente. Tras una noticia siempre hay una vida, y un respeto a la misma, y un sentimiento.


Cuando una noticia se transforma , símplemente, en una sucesión de frases enlazadas se convierte, querido amigo, en un ejercicio cruel de desapego al contenido propio de la misma, una traición al básico respeto al próximo y al prójimo. Puedo entender, querido amigo, que bajo las iniciales M.C.S. de Alicante se encuentre un periodista recien salido de la facultad que todavía no ha descubierto que tras los muertos hay nombres, madres, hermanos; que tras las palabras hay vida, dolores y alegrías.



Imagino que tras el periodista, el de verdad, debe haber siempre un hombre, con madre, hermanos, dolores y alegrías.

¿ Qué queda , pues , de todo si ignoramos el dolor ajeno, si obviamos la crueldad de las palabras publicadas ?.

¿Que queda de todo? .

El artículo , o reseña, o parte policial, que no se exactamente como llamar a lo que publicó M.C.S. el sábado día 8 se convierte , como podrás comprender, en una estocada cruel sobre el corazón ya malherido de unos padres al borde de la extensión del dolor. Dígase como se diga, la muerte es un dolor, pero dicho como lo dijo M.C.S. el dolor se hunde quizás para siempre en el pecho de toda una familia. Para siempre.

La palabra impresa no admite rectificación pues aún ejerciéndola volvería a recordar lo escrito primeramente.

Se , Sr. Director, porque conozco su carrera periodística, que comprenderá el sentido de esta carta y que actuará en consecuencia. "

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias papa

Anónimo dijo...

Gracias Dani, en nombre de toda nuestra familia y nuestro.
PEDRO Y MAR